Con 293 kilómetros de red, 300 estaciones y más de tres millones y medio de usuarios diarios, Metro de Madrid es uno de los espacios más transitados de la ciudad.
Pero seguro que cuando viajas en Metro, enfrascado en tu smartphone, tu e-book o, simplemente, dejándote llevar por las prisas del día a día, nunca te has planteado que en él podrías conocer un poco más de la historia de Madrid.
Pues así es. Y te aseguro que te va a sorprender. Así que veeeenga, vaaaamos, no te hagas el remolón. Abre bien los ojos, que hoy ¡viajamos en Metro!
La historia de Madrid en Metro
Al más puro estilo Tadeo Jones, en el año 2006, durante las obras de mejora de la estación de Metro Sol, la más céntrica de toda la red, aparecieron los cimientos de la fachada principal y los arranques de los laterales de la que fue la Iglesia del Buen Suceso. Pero no sólo eso, también se hallaron restos humanos, seguramente de enterramientos relacionados con la Guerra de la Independencia y los fusilamientos del 2 de mayo de 1808. ¿Recuerdas el famoso cuadro de Goya?
Si quieres conocer los restos de esta iglesia, que comenzó siendo una pequeña ermita medieval del siglo XV adherida al Hospital de San Andrés, sólo tienes que acceder a la estación de Metro de Sol en el horario de apertura del intercambiador.
Continuamos nuestro recorrido en la estación de metro de Ópera. Allí podrás descubrir restos del antiguo entramado urbano de la desaparecida Plazuela de los Caños del Peral, actual Plaza de Isabel II: un tramo de acueducto del Viaje de Agua de Amaniel, creado para proporcionar agua potable a las dependencias del Palacio Real; parte del recorrido de la Alcantarilla del Arenal, y la casi totalidad de la antigua Fuente de los Caños del Peral, construida a finales del siglo XVI. Todo en un museo de ¡234 metros cuadrados! en el que podrás ver los restos expuestos y acceder a una sala de audiovisuales donde te contarán la historia de los hallazgos.
Ahora nos remontamos 15 millones de años. ¡Ahí es nada! En las obras de mejora del intercambiador de Príncipe Pío se encontró un importante yacimiento paleontológico, de entre 14,1 y 15,6 millones de años de antigüedad. Entre los restos de fauna hallados hay más de 3.000 fósiles, pero destacan, por encima de todos, los del rinoceronte Hispanotherium matritense (puf, difícil de pronunciar), de cuya mandíbula podrás ver una réplica, acompañada de información gráfica sobre el conjunto.
Hacemos transbordo y nos desplazamos cómodamente al Metro Carpetana, donde en 2008 salió a la luz uno de los más importantes yacimientos de restos paleontológicos encontrados en la capital, con numerosos ejemplos de la vida animal y vegetal del Madrid del Mioceno, periodo comprendido entre 23 y 5 millones de años atrás. Ahora, gracias a una instalación museográfica, podrás conocer un poco más de su historia gracias a los paneles explicativos y las vitrinas con réplicas de la flora y fauna que habitaban la zona.
Y además ¡una estación fantasma!
Para finalizar nuestro recorrido por el metro, qué mejor que hacer la última parada en una ¡estación fantasma!
¿Que por qué es fantasma? Pues muy sencillo: aunque la estación está clausurada, el metro sigue pasando por allí, sin hacer parada, eso sí. Diseñada por Antonio Palacios, arquitecto del Palacio de Comunicaciones de Madrid, la estación de Metro de Chamberí se abrió al público en el año 1919 dentro de la Línea 1 (Sol-Cuatro Caminos) y se mantuvo activa hasta 1966, año en el que cerró porque, según parece, su andén no se pudo ampliar para asumir la longitud de los nuevos trenes de la época.
En 2008 la estación reabrió sus puertas, pero esta vez como centro de interpretación del Metro de Madrid, conocido como “Andén 0”, junto con la Nave de Motores de Pacífico.
Mediante reconstrucciones, instalaciones audiovisuales y paneles divulgativos, entre otros recursos, podrás conocer el cambio que produjo el metro en las costumbres de los madrileños, la historia de este transporte, la relación entre el metro y la ciudad de Madrid, así como su evolución y diseño, desde principios del siglo XX hasta la actualidad. Eso sí, al entrar en ella te remontarás al pasado porque su estructura, la máquina de billetes, los tornos e incluso la publicidad, hecha con azulejos, siguen siendo los de antaño.
¡Ale! Te estoy esperando. ¿Tienes preparado ya tu Metrobús?
Me gusta. Iremos de paseo en el metro a ver todos los documentos y reliquias del pasado madrileño.