Cuando uno lleva mucho tiempo madurando algo en su cabeza y no sabe cómo sacarlo adelante, se siente impotente. No es la primera vez que me he planteado hacer un blog, pero sí la primera que he decidido hacerlo. Así que me puse manos a la obra, cogí el ordenador, algunas de las infinitas herramientas disponibles y un poco de imaginación y me puse a ello.
Primero había que elegir un nombre atractivo, con gancho… Y, de repente, las vi. Allí estaban las gafas de pasta roja de mi hija, con sus huellas marcadas después del trajín del día.. y pensé lo interesante que sería percibir el mundo a través de las gafas de esa personita que representa todo lo mejor del ser humano: candidez, inocencia, inteligencia, alegría, ganas insaciables de descubrir y aprender…
Pero claro, soy yo con sus gafas, o sus gafas conmigo, según se mire. Y entonces, ¿sobre qué podría escribir? Pues sobre lo que he escrito en los últimos años a nivel profesional : la cultura y el turismo en Madrid. Muy puntualmente trataré otras temáticas, siempre y cuando «mis gafas» y yo estemos en sintonía y lo consideremos oportuno.
Así que, a partir de hoy, tomo las «patillas» de este blog, me pongo mis gafas de buceo encima de las de pasta roja y me tiro a la piscina. ¿Os zambullís conmigo?